PUESTA DE SOL Y LUNA DE MAYO

"Cuando admiro las maravillas de una puesta de sol o la belleza de la luna, 

mi alma se expande en la adoración del creador".

Mahatma Gandhi

Recuerdo un día del verano pasado, había subido hasta el Faro de Fisterra para disfrutar de la puesta de sol, como yo mucha gente realizaba el camino que desde el pueblo nos separa de ese lugar tan místico de la geografía gallega, fue una puesta de sol espectacular, un sol enorme caía sobre la mar, nunca hasta ese día había visto caer el sol en Fisterra, con la caída del sol se inició una precipitada huida de las muchas personas que allí estaban para alejarse de ese lugar, pero faltaba algo y en aquel descenso lento por el camino paralelo a la carretera sobre la ría, en el lugar que se encuentra más o menos la cascada de Ezaro algo brillante comenzó a salir tras la montaña, la luna, una enorme luna comenzó a elevarse haciendo que los poquitos que aún bajábamos detuviésemos nuestro caminar, el sol se había ido por la mar y la luna llena salía por la montaña, sin ninguna duda fue y es uno de esos momentos en los que agradeces esa maravilla, que hermoso es nuestro planeta y que poquita gente se detiene a contemplarlo.

Hace dos días volvió a suceder, esa misma coincidencia, desde la ventana de mi casa pude disfrutar de la belleza de un atardecer esta vez en la montaña, el sol se iba ocultando con fiereza detrás de la montaña que veo desde mi casa, oculto tras la montaña luchaba contra las nubes para mostrarnos que aún estaba ahí, los fuertes amarillos, algún naranja y esas nubes negras difuminaban el contorno de esa montaña. Las nubes negras finalmente se apoderaron de un cielo sobre el que tenía que salir una hermosa luna llena, la luna de mayo, pero aquellas nubes piadosas de los que aún persistíamos en verla quiso abrir un pequeño hueco y en ese hueco estaba ella, brillante, hermosa, nuevamente volvía a disfrutar de ambas maravillas y esta vez desde la ventana de mi casa.