CONFESIONES


“La soledad es un consuelo para un alma entristecida, 
que aborrece a los que la rodean 
igual que un ciervo herido abandona su rebaño, 
para refugiarse en una cueva 
en la que sonará o morirá”

Jalil Gibran


Confieso, os confieso que me siento atraído enormemente por las cuevas, casi siempre que paso al lado de una, mis piernas o tal vez mi mente tienden a recorrer el poco o mucho espacio que me separa de ella y penetrar en un mundo que a mi personalmente me fascina. Ese mundo en el que voy entrando va apagando los sonidos del que procedo, a cada paso se alejan el cantar de los pájaros, el siseo del viento, el sonido del agua de la lluvia, las pisadas de los ciervos dando paso a un silencio que me guía y me incita a seguir. Algunas veces me siento tentado a seguir en completa oscuridad, es en esos momentos cuando los sentidos dejan descansar a la vista que es la guía en ese otro mundo que ya esta fuera y ellos se apoderan de un cuerpo que no está acostumbrado a no percibir por la vista, el tacto de las rocas, el sonido de las gotas de agua cayendo desde el techo a un pequeño charco, el olor de la humedad. De repente un golpecito, mi cabeza ha tocado con el techo, el golpe me devuelve a la realidad, enciendo el frontal y mis ojos descubren lo que ya estaba imaginando, un mundo mágico que se esconde dentro, veo la gota como desciende lentamente desde el techo a esa agua pura y cristalina que se encuentra en el suelo, observo la belleza de las rocas en las que las sombras tejen figuras que mi mente se encarga de trasladar a mi imaginación. Regreso al mundo del que vengo, la luz de la entrada va guiándome de nuevo y me acoge. Allí en la entrada sobre cuatro pequeñas setas una araña teje lentamente su tela mientras los pájaros alegran con sus trinos el desnudo bosque invernal, el viento desplaza las hojas que se resisten a abandonar su otoño, la lluvia embarra los caminos que he de recorrer y los ciervos suben ladera arriba perdiéndose en el bosque. Confieso, os confieso que me siento atraído por las cuevas.

   

Comentarios

VENTANA DE FOTO ha dicho que…
Las cuevas tienen un atractivo especial. Al estar en su puerta se abre tu vena de exploradora y un impulso que no puedes controlar, hace que vayas adentrándote en tu interior.

Besos
Belén Menéndez Solar ha dicho que…
Querido Carlos, supongo te habrás aventurado por Collubil en Amieva... el sitio es de lo más interesante. Feliz invierno y gracias por esas bellas entradas, transmiten pura vida.
Rosa Cruz ha dicho que…
No sé que agradecer más, el descubrimiento de David Tolk, tus poéticos escritos y fotografías o que el sueño por el que trabajas sea idéntico al de muchos de nosotros. Qué en febrero siga sonando la música de tus imágenes y palabras.