ARMONIA OTOÑAL
El viento de otoño
mueve la persiana de bambú
y mi corazón.
Hattori Ransetsu (1654-1707)
Los días han seguido pasando, tal vez los embates del invierno han ido alejando nuestra mente del otoño, dando por finalizada una estación que está aún presente, que se esfuerza por mostrarnos su belleza, para aquellos que como yo deseamos que llegue una estación en la que disfrutamos no resultará difícil encontrarla, a poco que te detentas observaras claras muestras de que sigue presente en nuestro día a día.
Armonía, cuando era niño no existían estas pasarelas, descendíamos monte abajo hacía el río buscando su ribera en una constante subida y bajada por un paisaje que se ha transformado y que a pesar de ello poco ha cambiado, perfecta armonía entre la naturaleza y el hombre, conjugación exquisita, deseada, ojalá siempre fuera así.
Una vez leí que la fotografía ayuda a las personas a ver, como apartar la vista de ese paisaje, la cámara disfruta tanto como mi mirada, en cierto modo ambas compiten, ver o fotografiar, de nuevo ese dilema, me podría pasar horas sentado en este mismo lugar mirando como cambia el paisaje, como la luz entra y sale, como se va una estación y llega la otra, viendo como las nubes galopan entre las montañas, me podría volar el tiempo como me voló en ese mismo momento en que lo vi.
Recordar, el tiempo pasa tan rápido que parece que fue ayer, el recuerdo de tantos días subiendo y bajando por el río que va encajonado en este desfiladero que ahora sobrevuelo, recuerdos de amaneceres, del rumor del río, de como los días pasaban tan deprisa como lo hacen ahora, siempre recuerdos a los que me asomo, mis recuerdos.
Algunas veces te apetece volver a subir a aquel árbol al que habías subido hace ya unos cuantos años, las ramas han crecido tanto como tú, incluso crees que más, apenas si llegas a las ramas por las que antes trepabas o te dejabas caer para ver como el río arrastraba corriente abajo las hojas de otros otoños que como ahora se van con él, siento la presencia de ese niño que fui y que aún sigo siendo mientras contemplo como las hojas mecidas por el viento se van desprendiendo de un otoño al que ya dábamos por muerto.
Comentarios
Besos
Un abrazo enorme.