DE VEGA DE ARIO A VEGARREDONDA POR ALISEDA
La noche fue bastante fresca y la niebla acabó convirtiéndose en un orbayu (lluvia fina) que calaba, nuestra esperanza era que el día siguiente fuese soleadado y el amanecer se presentó con un sol radiante sobre los Picos de Europa, nuestra intención era recorrer la distancia entre los refugios de Vega de Ario (fotografía superior) y el de Vegarredonda, pero haciéndolo por Aliseda sin tener que bajar hasta los Lagos de Covadonga. El camino de Aliseda es complejo en el caso de que se presente niebla por la cantidad de jous (agujeros) que hay en todo el recorrido. Un buen desayuno en el refu y comenzamos a caminar....
Las cumbres del Cornión (Jultayu, que subimos ayer, Cuvicente, La Verdelluenga...) sobresalen sobre un inmenso mar de caliza en el que va a discurrir nuestra travesía, en un subir y bajar por el Monumento Natural del Sistema del Jitu. La ruta no esta señalizada, aunque si jitada, aunque hay que ir extremando las precauciones ya que los jitos pueden llevarnos a algunas de las subidas de las montañas que irán quedando a nuestra izquierda en el sentido de la ruta. El calor comienza a hacer acto de presencia pese a lo temprano de la hora y es que la caliza es lo que tiene, que refleja el sol y acabas achicharrado....
Por debajo de nosotros comenzamos a ver un inmenso mar de nubes que cubre por completo todos los valles de Asturias, un día más las nubes se quedan jugando por debajo de nosotros, esperemos que sigan ahí durante nuestra ruta. el oeste, a nuestra izquierda, nuestro rumbo es en dirección oeste alzándonos por las laderas de las montañas entre el Altu la Rasa y el Picu Gustuteru, con la Cabeza La Verde frente a nosotros.
Pronto dejaremos el Concejo asturiano de Onis para pasar al de Cangas de Onís, subimos y bajamos de un buen montón de jitos, realizando abundantes paradas a la sombra, se agradece el frescor de la mañana y el cambio de temperatura entre sol y sombra es asombroso. Faldeamos la cumbre del Cabeza del Burro hasta el Jou Las Cuevas.
Durante todo el recorrido podemos disfrutar de la flora y de la fauna, la belleza de la Siempreviva de Montaña (primera fotografía superior) y las pequeñas flores de picos que sobreviven gracias a la absorción de las gotas de rocío como podéis ver en la segunda fotografía; también como no de los Rebecos los reyes de estas hermosas cumbres de los Picos de Europa.
Seguimos el camino por varios jous hasta llegar a la hermosa Vega de Aliseda, un enorme jou con una preciosa pradera verde, con fuente, eso si apenas cae agua y resulta complicado llenar una botella, en este Macizo el agua es complicada de encontrar. Desde aquí vamos a seguir un sendero jitado en dirección a las cumbres del Conjurtado (a la que ascenderemos) y el Redondo del Conjurtao.
Nos dirigimos hasta un pequeño collado desde donde podemos contemplar un poco del Lago Ercina y las nubes que se van separando sobre ellos. Continuamos la ascensión hasta coronar esta modesta pero hermosa cumbre del Macizo Occidental: el Conjurtao, un mojón de piedras lo sitúa a 1.926 metros de altura.
Hay que hacer una buena parada en la cumbre para disfrutar de las preciosas vistas de este pico, cumbres que ya hemos atravesado y ascendido en otras ocasiones como el Jultayu, Cuvicente, Verdelluenga, Torre de los Cabrones, la preciosa pirámide de los Traviesos, el Pico de los Asturianos y Torre de la Canal Parda y la Torre Santa de Enol. Espectacular.
Descendemos de la cumbre hacía el collado del mismo nombre, frente a nosotros una enorme y larga canal de bajada: "el canalón del Conjurtao", con abundante piedra en la que hay que extremar las precauciones en la bajada que nos llevará hasta el enorme Jou de Rosecu.
Durante el descenso seguimos observando multitud de rebecos, incluso una buena manada de ellos se atreve a desafiar las verticales paredes del Porru de los Garapozales, mientras una hembra y su cría nos miran tranquilamente desde las paredes del canalón. Multitud de flores de todos los tamaños aparecen entre las piedras, en lugares en los que apenas si hay un poquito de tierra, la vida se abre paso en este terreno tan complejo que crea la caliza en los picos.
Desde el fondo del jou de Rosecu tenemos que ascender hasta un pequeño collado llamado de los Afrontadoiros, a estas alturas ya pesa tanto ascenso y descenso pero es que esta ruta es así desde que empieza hasta que acaba, el collado se sitúa entre la cumbre del Cantu Limpio a nuestra izquierda y la Sierra Robecas a nuestra derecha.
Siempre me detengo para hacerles fotografías, en esta ocasión como en otras tantas estaba tan cerca que casi podía alargar la mano y tocarlo, paso tranquilamente sobre la crestería mientras se preguntaba que hacíamos por allí y es que en toda la ruta no nos encontramos con otro ser humano, espectacular.
Desde el collado decidimos descender en vez de subir el Cantu Limpio o Catalimpo como se llama aquí, descendemos por pradería hasta la preciosa Vega de Justigallar, donde en época de agua suele haber un buen lago, la verde y hermosa pradera rodeada de alambrada es una de las míticas del Macizo Occidental y nunca había estado en ella, muy hermosa.
Pero como en toda la ruta, cuando se baja se sube, y comenzamos la subida pegado al muro por una traza de sendero que se va elevando sobre la vega, hermosa desde las alturas, vale la pena detenerse a a la sombra y comer algo, ya no queda mucho para el refugio, pero esta vista es impagable, un buen rebaño de rebecos pasta en la verde y fresca hierba de la vega.
Ascendemos hasta un collado desde el que ya contemplamos la parte superior del refugio, de nuevo descenso hasta llegar a la puerta del mismo y ante de nada directos a la fuente fresca, por Vegarredonda tiene dos hermosas fuentes en las que mana agua fresca todo el año, un lujo, después llegará la cerveza y el tiempo libre. Es temprano y como no hemos caminado nada, decidimos coger la mochila pequeña y subir hasta el Mirador de Ordiales.
El sendero hasta el mirador de Ordiales esta marcado y balizado, corresponde a la ruta del Parque Nacional de los Picos de Europa PR PNPE 5. Salimos del refugio hasta buscar el cartel vertical de inicio de la ruta, a buen paso pero disfrutando vamos elevándonos lentamente sobre el refugio.
Subimos el canalón de la Cuenye Cerrada siguiendo el camino perfectamente marcado y balizado, desde allí llegamos hasta el Collaú Forcáu desde el que ya contemplamos el Cotalba, desde allí descendemos un pequeño tramo hasta las verdes praderías del los Campos de la Torga donde ya se ve el refugio (no guardado) del ICONA. Ya solo queda ascender un pequeño tramo hasta el Mirador de Ordiales, en la subida vemos como la niebla se cuela por los collados del Porru La Armada, temiendo que la niebla baje aceleremos el paso hasta llegar a los 1.690 metros de altura que es donde se encuentra el mirador.
Aquí se encuentran los restos de Pedro Pidal el que fuera Marqués de Villaviciosa, fue traído aquí sobre los hombros de muchos montañeros un 18 de septiembre de 1.949, sobre su tumba está escrito:
“Nosotros enamorados del Parque Nacional de la Montaña de Covadonga, en él desearíamos vivir, morir y reposar eternamente; pero esto último, en Ordiales, en el reino encantado de los rebecos y las águilas, allí donde conocimos la felicidad de los Cielos y de la Tierra, allí donde pasamos horas de admiración, emoción, ensueño y transporte inolvidables, allí donde adoramos a Dios en sus obras como a Supremos Artífice, allí donde la Naturaleza se nos apareció verdaderamente como un templo”.
La niebla insiste en chocar contra el Cresto de Teyeres y las impresionantes paredes del Cotalba impidiéndonos ver ese abismo sobre el Concejo de Amieva, nos quedamos un poco disfrutando de la tranquilidad de este precioso lugar e iniciamos un rápido descenso para obligar a las piernas a desentumecerse desde los 1.690 del mirador hasta los 1.460 a los que está el refugio. Toca un buena ducha fría y esperar a la cena. El día ha sido largo, pero aún queda lo mejor.
La animada conversación sobre como discurrió el día, los chupitos después de la cena y esperamos a que el rey sol que hoy nos fundió se esconda sobre un impresionante mar de nubes que cubre la totalidad de nuestra región, somos espectadores privilegiados de como el sol se esconde entre ese hermoso mar de nubes.
Y como las gallinas, con la llegada de la noche al saco de dormir, mañana desayuno muy temprano y nos espera una hermosa paliza que nos llevará a recorrer de nuevo lugares impresionantes del Parque Nacional de los Picos de Europa.
Comentarios
Mira que no puedes pasar sin visitar a tus amigos los rebecos.
Abrazo.
Te has traído de él un buen recuerdo con esas bellas fotos. Mi preferida es la de esas nubes bajas que parecen tocar la montaña.
Besos