SRI LANKA (DE HABARANA A KANDY)
Con pena dejamos Habarana, no sin antes tener una grata sorpresa en el desayuno, por el village campaban a sus anchas los muchos animales que viven en esta selva y uno de ellos quiso acercarse a despedirse, surgió de las aguas de la laguna del comedor y allí se quedó tranquila contemplando como nos íbamos. Una sorpresa más de las muchas que me daría la fauna en este viaje.
Vuelta a la carretera y a la normalidad del tráfico, nuestro próximo destino las tierras altas y más concretamente su capital: Kandy. Por delante algo más de ochenta kilómetros y varias paradas para ir descubriendo un poco más de este bello país.
La carretera es un lugar lleno de vida, no solamente por el tráfico, sino por la variedad de puestos que te vas encontrando en los cuales venden frutas o cualquier otra cosa que te puedas imaginar, en esta ocasión, carambola (Averrhoa carambola), especiada, dulce su sabor es una extraña mezcla entre piña, manzana y kiwi. Espectacular.
La primera parada en un jardín, un jardín de especies, el lugar es Matale, se trata del Ranweli Spice Garden, allí nos detenemos y nuestro guía Diego, que además de español habla otros ocho idiomas nos mostrará las muchas propiedades de todas las especies que iremos viendo. Sri Lanka es la cuna de las especies y en cualquiera de los ricos platos de su gastronomía te puedes encontrar más de cuarenta especies que hacen la delicia de quien lo saborea. Como bien dice Diego, algunas pican pero solo en la boca no en el estómago, y por los días que llevamos bien que tiene razón.
Lentamente nos va mostrando cada una de ellas y sus propiedades: cúrcuma, tan importante en la alimentación y el cuidado de nuestro cuerpo, pimienta negra, siempre en la comida además de la cúrcuma, jengibre para el dolor de garganta, cardomomo para blanquear los dientes, la tan apreciada y olorosa canela, la vainilla, curry, clavo, azafrán, tamarindo, comino. Diego nos explica la importancia de incorporar a la alimentación las especies, pero también en el uso medicinal tradicional, el ayurveda, sistema de medicina tradicional que se originó en la India hace más de 5.000 años, uno de los sistemas más antiguos del mundo, junto con el chino, y que cuenta con una titulación propia y el reconocimiento de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Al final del recorrido Diego nos muestra la tienda, toda una delicia para los que disfrutamos de las especies, a veces tan complicadas de encontrar en nuestro día a día, mi maleta comienza a llenarse de olores... muchos olores.
La carretera vuelve a ser la delicia del viajero, uno no deja de asombrarse, de los adelantamientos, del orden con que lo hacen, de los puestos de frutas, del bullicio de los pueblos que vamos atravesando: Arambelopa, Kuugala, Katugastota...
En Sri Lanka la religión mayoritaria es el budismo, que sigue un setenta por ciento de su población; la segunda de las religiones el hinduismo aproximadamente lo siguen un quince por ciento (dos fotografías superiores de templo induista), en la isla se venera y respeta a dioses como Brahma, Vishnu o Shiva. El porcentaje restante se reparte casi equitativamente entre cristianos y musulmanes.
Cerca de un 74% de la población de Sri Lanka es de origen cingalés, existiendo otras razas en la que los tamiles autóctonos y los tamiles procedentes de la India son la minoría más numerosa con aproximadamente el 18% de la población. El resto de la población comprende descendientes de musulmanes (árabes), holandeses, malayos y veddas (el pueblo indígena). La mayoría de los cingaleses son budistas (fotografía superior templo budista), y de los tamiles, hinduistas.
Y llegamos a Kandy y lo primero que nos sorprende es el caótico tráfico de la segunda ciudad más grande del país, transitamos por parte de la ciudad para buscar un lugar tranquilo para comer, la selva pone orden a tanto caos, y la maravillosa comida srilankesa hace las delicias de nuestros paladares. Kandy fue la sede de gobierno del último reino cingalés hasta que los británicos se hicieron con su control en el año 1.815.
Nos desplazaremos a siete kilómetros de Kandy para disfrutar y contemplar una maravilla de la naturaleza: el Royal Botanical Gardens of Peradeniya o Jardín Real Botánico de Peradiniya. Sus orígenes se remontan al año 1.371, cuando el rey Wickramabahu III ascendió al trono y mantuvo su corte en Peradeniya cerca del río Mahaweli.
El Parque se extiende por cincuenta y nueve hectáreas de extensión, un panel a su entrada muestra el abanico de aves que podemos contemplar en sus instalaciones, nos encontramos en el jardín botánico más grande de toda Sri Lanka, en el además podremos observar y contemplar más de cuatro mil especies de plantas y árboles.
El Jardín se encuentra situado a quinientos metros sobre el nivel del mar. Este clima “mediterráneo”, junto con la humedad y la presencia del río Mahaweli que lo bordea, hace que todas las plantas y árboles que habitan en el mismo crezcan y se desarrollen de manera espectacular.
Entre las curiosidades que podemos encontrar es una gran zona de árboles plantados a partir de 1.900 por personalidades importantes, desde Reyes hasta Presidentes y personajes famosos de todo el mundo. En esta zona llamada “Memorial Trees” han plantado algún árbol la Reina Isabel II de Inglaterra, Uri Gagarin, Jorge V de Inglaterra, Eduardo VIII, incluso un personaje tan apasionado como el Che Guevara.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el Jardín Botánico fue utilizado por Lord Louis Mountbatten, el comandante supremo de las fuerzas aliadas en el sur de Asia, como la sede del Comando del Sudeste Asiático. Hoy en día la edificación desde donde planeó toda su estrategia en Asia sigue en perfecto estado de conservación.
Caminar por sus amplios senderos en los que en algunos momentos parece que nos encontramos en la campiña inglesa, dejarse embelesar por el vuelo de las aves como algunas de las que acompañan este reportaje como el picotenaza asiatíco o la oropéndola india con su llamativo color amarillo, y también como no la presencia de una amplia familia de macaco de Sri Lanka, que hacen las delicias de los que caminan por este lugar. También como podéis en ver en la fotografía inferior la abundante colonia de zorros voladores y es que en este impresionante parte el tiempo vuelo y hablando de volar el tiempo...
El parque abre todos los días del año entre las seis de la mañana y las seis de la tarde y son algo más de las cinco y aún me queda por visitar una de las joyas de este impresionante jardín, la casa de las orquídeas, así que tengo que correr y mucho antes de que me cierren...
Consigo llegar a media hora del cierre, los guardas me miran y dicen, bueno pasa, mi cámara echa humo y mis ojos se van detrás de las primeras que veo en la entrada, fuera hace calor y dentro la humedad y el calor es impresionante, aún así me voy desplazando lentamente de una a otra, observando boquiabierto esta pequeña maravilla de la naturaleza, ante mis ojos pasan: Cattleya, Dendrobium, Arachnis, Oncidium, Phalaenopsis...
Apenas si puedo leer los nombres, fotografiarlas y recorrer el lugar, los guardas me miran a cada paso que doy, donde va este, yo sigo haciéndome el guiri, "I don´t undestand" y sigo haciendo fotos y más fotos....
Siento no poder poner los nombres de cada una de estas maravillas, las fotografías que se encuentra en tamaño pequeño se pueden visualizar más grandes haciendo doble ckick sobre ellas, fueron muchas las fotografías que hice en el poco tiempo que me dieron para estar allí, creo que batí el record de fotos por minuto en la estancia de la casa de las orquídeas.
Sin ninguna duda la visita al Jardín Botánico se merece un día completo, o por lo menos un par de días pero no hay tiempo para más, con mucha amabilidad me dicen que es la hora y realmente lo es, porque he de salir corriendo hacía la salida y volver a Kandy para disfrutar esta vez sentado de un nuevo espectáculo, esta vez musical.
Hay que asistir a un festival de danzas típicas, el baile de Kandy es la danza oficial cingalesa, que se remonta a los tiempos de los reyes de Kandy. Existen cuatro versiones donde se imitan los movimientos de los animales a través de multitud de gestos. El danzarín, vestido con una larga falda, lleva el torso desnudo y va engalanado con numerosos collares de plata y marfil, pulseras y aros de plata en los pies. Estos danzarines, que van acompañados de músicos y percusionistas, realizan piruetas y saltos. Esta tragedia disfrazada, originaria del sur de la India, está conformada por cuatro tipos de danzas que duran entre 7 y 10 minutos. Este drama folclórico se ve animado por los danzarines, percusionistas, cantantes y un maestro de ceremonia. Los rostros de los danzarines se ocultan tras unas máscaras.
Y ya bien entrada la noche nos vamos al hotel, el día ha sido largo y nos ha deparado muchas sorpresas desde bien temprana mañana, aún tenemos tiempo para disfrutar de la tranquilidad y de la paz de la noche y también de degustar como no, su comida y es que después de tanto caminar, correr y sudar bien que apetecen dos o tres postres. ¿No?.
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