PALACIO DA PENA (SINTRA)



Sin ninguna duda se trata de uno de los monumentos más impresionantes de Portugal, situado en la Sierra de Sintra a quinientos metros de altura, accedemos a el por un espectacular jardín en el que conviven miles de especies botánicas procedentes de todo el planeta, en los más de setenta y dos kilómetros de senderos de este jardín. Y en lo alto del jardín el palacio, cuya arquitectura es única en el mundo por su eclecticismo: mezcla de estilos clásicos portugueses, romanticismo, mudéjares, manuelinos, góticos y barrocos; colores, formas, torres, esculturas fantásticas, seres mitológicos y figuras religiosas.


Sobre las ruinas de un monasterio de frailes destruido por el terremoto que asoló Lisboa en el año 1.755, el rey Fernando II decidió construir un palacio, como obsequio a su esposa María II. Encargó su construcción al arquitecto alemán Ludwig Von Eschewege (entre los años 1.842 y 1.854 se avanzó rápidamente, aunque la totalidad del palacio y el parque se prolongó 47 años) para convertirlo en la residencia de verano de la familia real portuguesa. Cuando la monarquía fue obligada a abandonar Portugal (1.910), el Palacio pasó a ser propiedad del Estado y lo abrió al público en el año 1.910.


La entrada al Palacio se hace por por dos importantes puertas de entrada, pasada la segunda nos encontraremos con una sorprendente figura conocida como "Arco del Tritón" un ser híbrido entre pez y hombre que sale de una concha y cuyos cabellos se convierten en un tronco y se fusionan a la vez con el cuerpo del personaje; desde aquí pasaremos al Patio de los Arcos con unas impresionantes vistas de la Sierra de Sintra. En el interior encontraremos veintiséis dependencias en las que se conservan intactos los muebles y objetos usados por la realeza portuguesa. 


En su interior destaca sobremanera el Salão Nobre (Salón Noble), con ventanas cubiertas por vitrales alemanes, exóticas estatuas de madera que sostienen candelabros de tamaño natural, la impresionante lámpara de bronce. En la torre cilíndrica hay una habitación pintada de rojo con techos estucados que fuera el dormitorio del último rey de Portugal, Manuel II. En la cocina aún se conservan los utensilios de cobre de fabricación francesa que se utilizaban en la época.


Rodeando este impresionante edificio, se encuentra el jardín, Fernando II ordeno traer especies de todos los continentes, favorecido por el clima de la sierra de Sintra, convirtió los setenta y dos kilómetros de senderos en un recorrido por impresionante dependiendo de la época del año en el que lo visitemos, también encontraremos lagos, rincones espectaculares casi mágicos y en los más alto de la sierra en una peña granítica una estatua: O Guerreiro, construida en bronce, representa a Fernando II que contempla y protege desde aquí su impresionante obra.



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Comentarios

La Biosfera de Lola ha dicho que…
Hola Carlos, vaya lugar bonito, las fotos son espectaculares. Muchas gracias por mostrarme un lugar que desconocía. Un besin enorme.
Unknown ha dicho que…
Sensacional reportaje Carlos
Un fuerte abrazo
alfonso ha dicho que…
·.
Excelente documentación para un lugar tan increíble como ese palacio y sus alrededores. Guando un imborrable recuerdo del lugar, y de un Portugal que adoro.
Las fotos son fantásticas.

Un abrazo Carlos... mucho tiempo sin vernos...

· LMA · & · CR ·
VENTANA DE FOTO ha dicho que…
Para ver todos los palacios que hay en esta ciudad, se necesita más de un día. En mi visita solamente puede ver uno de ellos y este precisamente es uno de los que me quedó por conocer.

Besos
MoniRevuelta ha dicho que…
Una vez hice un viaje con mi tía por Portugal. No lo conocía. Me impresionó tanto, Carlos...Sintra, Coimbra, Porto, Lisboa....Sin palabras me dejó. Tu post de hoy igual...sin palabras y con todos mis recuerdos de allá y todas mis ganas de volver. Quien sabe...
Un beso😊
Vega H ha dicho que…
No entramos. Pasamos horas por los jardines y el exterior. Volvimos impresionadísimos. Me encanta Portugal. Todo lo que conozco me parece maravilloso (menos Cristiano Ronaldo) pero Sintra... Sintra es pura magia. Mis gremlins disfrutaron como gremlins y no protestaron nada. Un milagro.

Preciosas fotos. Un beso, Carlos