COLOREAME LOS RINCONES

"Escribir es una forma de estar en el mundo, una necesidad... Es una manera de estar solo...- como decía Julio Cortázar-. Sólo escribo lo que me pide el alma"

Julio Llamazares

Hoy voy a hablaros de soledad, de esa soledad que me acompaña cuando decido echarme a los caminos acompañado de mi mismo, sin ruta fija, sin plan, sin destino, sin tiempo, cuando salgo del pueblo aún dormido y lo recorro acompañado por las últimas sombras de la noche y comienzo a subir o a bajar, siempre me cuesta decidirme, hacía el río o los altos collados que me acercarán aún más a las montañas, acompañado en ese cruzarlo por el ladrido indiscreto de algún perro que aún no conoce mis pasos; me echo a caminar por esos caminos que si me conocen y que yo con el tiempo me he aprendido de memoria a base de pisarlos una y otra vez con mis botas y son ellas las que alegremente rompen la monotonía de ese silencio de la mañana con sus pisadas acompañadas casi siempre por mi entrecortada respiración y el alegre canto de gorriones, jilgueros, tarabillas o petirrojos. Y así el día va amaneciendo paso a paso, monte arriba o río abajo y la soledad continúa acompañándome por el camino mientras mi despreocupada mirada se va posando sobre helechos, hayas, montañas, ramas, aguas, martas, ciervos, sombras, culebras, zorros... y el sol comienza a iluminar las altas copas de los bosques y el verde se va haciendo lentamente aún más verde y yo continuo caminando con mis soledades acompañado siempre por el agua que desciende cantarina arroyo abajo, por dos martas que bajan hacía el río, por una cierva tímida que se esconde tras un árbol a mi paso, por mi propia sombra, por la pequeña culebra madrugadora que busca los primeros rayos de sol, por un zorro que vuelve de sus correrías nocturnas... y continúo ladera arriba o río abajo en soledad. 

Carlos

"Canto la soledad porque es una de las grandes formas de la condición humana".

Julio Llamazares