QUIETUD


"La palabra "quietud"... me devuelve a uno de los pocos lugares en los que he encontrado la calma perfecta en cuerpo y alma... En cuanto saco mi cámara, descubro la quietud interior, esa sensación profunda de paz que anhelo todos los días. Me pierdo de una manera tan hermosa que es difícil de describir... Mientras me siento, en calma, mirando por el objetivo, mis sentidos se aguzan. El aroma de la tierra me hace sentir arraigada; el sonido de las olas que baten o de la hierba que se mece con el viento, o el balido de una oveja solitaria en la distancia, me hace sentir muy viva; y la vastedad de lo que veo hace que me sienta más grande. Eso es lo que significa vivir en el ahora, que en realidad no es más que la quietud mental y corporal. Mis fotografías nacen de un lugar de emociones. No son un intento de captar la imagen perfecta, sino de apresar el sentimiento que me embarga cuando contemplo las cosas que tengo delante"

Extraido del libro "El arte de la quietud" de Pico Lyer









Quietud, mi respiración se hace más lenta y mi mente ordena a un sorprendido corazón que se detenga... quietud, las sombras comienzan a refrescar lo que el sol calentó durante el día... quietud, un grillo comienza a entonar su melódico cri, cri y dos pájaros se atreven a surcar en ese momento aquellos cielos... quietud, se asoman, miran, se giran, ven, aparecen, se van, vuelven... quietud, mi cámara, el objetivo, el disfrute de mis sentidos... quietud, en cada uno de los clicks que se fueron sucediendo en aquel atardecer... quietud, mi quietud y su melódica quietud...

Carlos



Comentarios

Sara ha dicho que…
Ya sólo la palabra provoca sensaciones mágicas...quietud...palabra mágica que encierra tantas sensaciones de paz y armonía...
Abrazotedecisivo lleno de cariño amigo de quietudes.
Vega H ha dicho que…
Son tan bonitos :)

Me gustan las fotos, sobre todo la segunda y la última... Y me identifico mucho con tus palabras porque es como me siento cuando salgo al monte sola. Pero con los rebecos no me ha pasado nunca y a mí nunca me provocan quietud, sino ansiedad de acercarme a ellos, de hacerles muchas fotos, de que no corran, de no caerme, de gritarle en bajito (si, se puede) a mi santo que sí, que ya voy, pesao, déjame tranquila... de gritarle sólo mirando(sí, se puede también) a mis gremlins que se estén quietos, coño... uff. La próxima vez subo sola, está claro.


Un abrazo, Carlos
Unknown ha dicho que…
Preciosas las imágenes Carlos, realmente te transmiten momentos de paz y tranquilidad.
Un abrazo