REBECOS EN SAJAMBRE


“Entre los animales y el hombre puede haber una distancia abismal pero resulta indudable que existe una similitud profunda. Todos los sentimientos del hombre están esbozados en los animales (...) Todos los matices de nuestro comportamiento estaban ya esbozados en el mundo de las criaturas que llamamos inferiores”. 

Félix Rodriguez de la Fuente

Os diré que yo me siento muy afortunado, mucho de poder disfrutar en libertad de una animal tan especial como el rebeco y de todos los que contemplo en mis rutas, en un mes he visto y grabado rebecos en los tres macizos de los picos (como llamamos a los Picos de Europa), en esta ocasión en el Occidental y en la provincia de León, como no sentirme así, afortunado. La lluvia era mi compañera esa mañana de sábado en el camino que desde Soto asciende hacía Amieva, ella cubría las montañas y ocultaba las cumbres, ni rastro de picos, de la Peña Santa, ni tan siquiera del Cantu Cabronero, objetivo de ese sábado 14 de mayo. Un poco antes de la portilla de Beza la niebla seguía jugando no solo a ocultar montañas si no a esconder cualquier cosa más allá de unos pocos metros de distancia, cerca de la fuente antes de la portilla contemplé unos caballos y hacía ellos me fui, nada esquivos se fueron acercando y allí entre la niebla mientras los acariciaba (estos caballos de montaña reciben pocas caricias de los humanos) la niebla fue desapareciendo, mostrando ya el camino que sube a la Canal de la Misa, brecha en la roca para acceder a la Peña de Beza o al Canto Cabronero y hacía allí ascendía cuando al girarme para ver de nuevo a los caballos los vi a ellos, unos metros por encima en una pequeña vega, pastaban en ella y más arriba a poca distancia otros en las laderas del Jurcuetu, me paré y me senté en una piedra en la distancia, ellos ajenos a mi presencia seguían pastando en la vega, decidí desistir de intentar subir al Cantu y baje hacía los caballos para ascender una pequeña peña y echarme al suelo (llovía) detrás de ella, desde allí seguí contemplándolos, al rato comenzaron a ascender la ladera del Jurcuetu como invitándome a seguirlos y no me lo pensé, rodeé la piedra y ascendí por la ladera contraría siguiéndolos, paraban y paraba, seguían y seguía y al girar en el último resalta de la montaña me quedé ante ellos nuevamente, apenas eran unos metros los que me separaban de esa cima y hasta allí ascendí para ver como descendían alocadamente por las peñas en saltos inverosímiles, en carreras complicadas, alocadas y yo allí arriba en esa preciosa cima del Concejo leonés de Sajambre, allí me quedé un buen rato disfrutando de sus idas y venidas por el valle... sintiéndome afortunado, muy afortunado, descendí del pico y seguí mi camino ya no hacía el Cantu sino hacía la portilla y allí cruce a Asturias, pero eso ya es otra historia que tal vez algún día os contaré....

Comentarios

Paloma Robles Blanco ha dicho que…
Qué maravilla Carlos!
MoniRevuelta ha dicho que…
El rebeco, el ser más libre que conozco. A veces, cuando veo tus rebecos, no sé porqué, me acuerdo de un relato muy emotivo que escribió un paisanu tuyo (Alfredo Íñiguez) sobre un rebeco, "Ojos grandes".

Ver las manadas de rebecos cruzar, por ejemplo, la Vega de Llós, y quedarse allí un rato, en soledad, y sin molestar......es algo que todo ser humano debería vivir, al menos, una vez en su vida.
Un abrazo grande :)
CARLOS ha dicho que…
Paloma Robles, momentos mágicos, inolvidables. Saludos.

Moni Revuelta, Fredo es un referente no solo en la montaña, también en ese libro maravilloso que son "Lecturas de vivac", su manera de vivir la montaña, la naturaleza y la vida... un grande que nos dejó pero que sigue ahí en nuestros corazones. Me siento afortunado en menos de un mes he estado en los tres macizos de los picos y he estado como dice Fredo sin molestar contemplando en soledad a esos animales que para mi son increíbles, libres, inquietos... me alegra mucho leer tus palabras y ese recuerdo a Alfredo, un abrazo muy pero que muy grande para ti Moni.
angalu ha dicho que…
Aunque no sea lo mismo, pasear por este blog con la mirada estando sentados frente al ordenador, es una delicia que nos entronca con los mejores recuerdos vividos en plena naturaleza. Gracias por tan bellas fotografía y tan tiernos contenidos.

Angalu
www.acueductoazul.blogspot.com