CAMINANDO POR SOMIEDO...
No, no me preguntes donde empecé por que no sabría contestarte, tampoco me interrogues sobre los lugares por los que pasamos, no sabría explicarte por donde van los caminos que recorrí ni las montañas que ascendí o el lugar en el que quisieron acabar y al que yo me negaba a ir, ni yo, ni mi mente, ni mi corazón, ni mi alma nos queríamos ir, deseábamos seguir disfrutando de cada una de las hayas, del desacostumbrado verdor del musgo que cabalgaba sobre las rocas o se subía por los árboles desde su tallo hasta las más altas ramas, juntos nos deleitamos con cada una de esas flores que no tenían que estar allí pero que sin embargo nos las encontramos, también nos detuvimos en cada uno de los arroyos, disfrutamos como niños de la suave brisa que nos dejaba el viento y te confieso que una y mil veces me negué a seguir caminando, porque declaro que acorté consciente cada uno de mis pasos negándome a caminar para no alejarme de esos hermosos rincones por los que sabía no iba a volver a pasar, y que decirte de mis miradas cargadas de mil adioses, no, no me preguntes, pero si lo haces, si de verdad quieres hacerlo pregúntame si lo disfruté y te diré que si, lo hice, disfruté pero aún sigo dolido por haber abandonado lugares tan hermosos como esos que me regaló un camino en el Parque Natural de Somiedo...
La música que acompaña a estas fotografías
es del músico ruso-americano John Sokoloff,
la canción que he elegido se titula "Bliss Misplaced".
Comentarios
Un fuerte abrazo
Besos
· Si me hablas de hayas... ¿es que hay alguna clase de bosque que pueda igualar a un hayedo? No por aquí, por supuesto. Lo más parecido, uno de coihues, lengas u ñirres... pero están lejos.
No me extraña tu enamoramiento de Somiedo... algo que comparto.
· un abrazo
· LMA · & · CR ·
Un beso, Carlos
Ventana de foto, es realmente sorprendente este bosque, pura magia amiga. Un beso.
Ñoco Le Bolo, como bien sabes Somiedo es muy completo, los hayedos son tan especiales, sus entrañas, sus formas, sus espectacularidad.... como no enamorarme de algo así, tan hermoso. Un abrazo.
Vega H., y sabes, aún sigo enfadado con mis pies, con el tiempo, con todo, como un niño encaprichado que no deseaba acabar la ruta, cada paso que daba maldecía porque me alejaba de ese mágico lugar... tu envidia? normal, ya ha pasado una semana y sigo pensando en el. Un beso.