EL CORAZON DE PELOÑO (II)


   El 5 de noviembre publicaba una primera entrada en el blog titulada "El corazón de Peloño"  en la que os hablaba de uno de los corazones del bosque de Peloño, en un recorrido desde Les Bedueles en el que se descendía y ascendía por el Monte los Bustiellos entre los ríos Resuela y el de los Bustiellos. Hoy os acerco la segunda parte, una nueva incursión en la que aprovechando el recorrido de subida a la pista de Peloño, desciendo por ella hasta el Rosellón para llegar hasta la Vega de la Señora (La Vegadona) para subir hacía la pista que va a Arcenorio por la Cuerrie Les Oveyes para visitar a uno de esos árboles que son Patrimonio Natural en Asturias: el roblón del Bosque de los Bustiellos. Espero que os guste.


   Volvemos a salir de Les Bedules por la pista que se dirige a Peloño camino de la collada Granceno, en una mañana otoñal, soleada pero bastante fría, el bosque ha perdido ya prácticamente la hoja, aunque todavía se puede disfrutar de ese colorido otoñal de los helechos y de alguna que otra haya que se resiste a abandonar su manto de hojas, así llegamos a Biforcadera que como su nombre indica es lugar de cruce de caminos, seguiremos de frente hacía Granceno, disfrutando de las vistas sobre el Macizo Occidental de los Picos de Europa y el desfiladero impresionante de los Beyos y también del bosque del Pedroso. Impresionantes las vistas sobre la Sierra de Miesca y sus cumbre Peña Subes y el Sen de los Mulos. Y así llegamos a Granceno para descender por el camino por el que ascendimos en la última incursión al corazón de Peloño.


   El bosque cambia, que diferente estaba en aquellos primeros días del otoño, ahora la desnudez de las hayas les da un aspecto peculiar, con esas curiosas formas que adoptan y esas locuras que forman las ramas mientras descendemos por el Monte de los Bustiellos, uno de los muchos que forman la gran masa forestal de Peloño en dirección a la cabaña del Rosellón (el primer corazón del bosque), siento que hemos descendido muy rápido, pero al ser continuo el descenso y con la belleza de la bajada el tiempo ha volado y pronto aparece frente a nosotros la cabaña del Rosellón (foto superior). Como no detenerse en este lugar, el lugar al que descendimos por primera vez, desde allí se muestra impresionante la cresta que forman el Pozalón y el Niajo y también el bosque que se encuentra debajo... pero hay que seguir descendiendo.


   Desde allí seguimos descendiendo por el bosque de los Bustiellos, las hayas son las verdaderas protagonistas de Peloño, aunque también podemos encontrar algún roble, bastantes acebos y espineras, casi todas ellas cubiertas de líquenes, el camino nos desciende hasta cruzar el río Bustiellos que cruzaremos, ya desde allí seguimos por el hasta que encontremos una desviación a nuestra izquierda que se interna en un prado, aquí el camino se pierde (un enorme tronco de haya bloquea el camino), entramos en el prado avanzando entre espineras, todavía hay algunas cabezas de ganado vacuno sueltas en el monte que pastan tranquilamente al sol del otoño. Caminando por el prado siguiendo las trazas del antiguo camino y que volvemos a encontrar en dirección al río de los Bustiellos que volvemos a cruzar de nuevo en un lugar espectacular, mágico.


El camino perfectamente marcado avanza entre antiguas praderías ahora tomadas por el bosque, con resto de alguna que otra cabaña situada en lugares preciosos sobre el bosque, seguimos por el bosque entre el río de los Bustiellos y el de Resuela, en dirección a la enorme pradería de La Vegadona, un enorme claro en el bosque, en lo más profundo del bosque de Beleño, accedemos a él dejando el camino y atravesando el hayedo para internarnos en la preciosa pradería que aún conserva tres cabañas, una en el prado y dos en la parte más elevada del mismo, una justo al final de la Vega en las cercanías del Porru Castiellu, a nuestra espalda del Monte Mimales, el cañón del Canalita y las Canales de Bruñetu. Enfrente la inmensidad del bosque de Peloño y encima las cumbres de la Cordal del Zorru, el Luengu y el Antiguo o Pico Zorro. El silencio sobrecoge, nos encontramos en un lugar donde el corazón del bosque late y late de verdad.


   Dejamos con pena la enorme y preciosa pradería de la Vegadona para desandar lo andado por el mismo camino de subida vamos cruzando el arroyo de los Bustiellos primero, deteniéndonos en esa preciosidad de piscinas que deja el río al descender, pero hay que seguir y subimos a la pradería y entre las espineras volvemos a coger el camino por el que descendimos desde El Rosellón y seguimos de frente por el, entramos en una zona muy húmeda con bastante barro pero también con muchas setas, musgo y detalles en el hayedo, este camino nos llevará a las cabañas (en ruinas) de la Cuerrie Les Oveyes y de allí a la PR. AS-181 "Bosque de Peloño-Arcenorio" dejamos a nuestra izquierda el camino que va a Arcenorio y seguimos por el ancho sendero que cruza el Valle del Antiguo en dirección al collado Granceno.


   Camino que vamos a abandonar cuando a nuestra derecha encontremos un señalización vertical de madera que nos indicará "Roblón de los Bustiellos", volvemos a bajar hacía el bosque de los Bustiellos para visitar el enorme roble, Monumento Natural de Asturias, un precioso ejemplar de roble albar con un tronco espectacular de nueve metros de diámetro y unos treinta metros de altura, un buen lugar para comer disfrutando de la belleza y espectacularidad de este ejemplar de roble, el rey entre las hayas. Desandamos de nuevo la andado para recuperar el camino hacía Granceno, a nuestra derecha encontraremos el camino por el que hemos bajado y que nos ha llevado a realizar esa preciosa circular por el interior de Peloño en busca de uno de sus corazones: La Vegadona.


   El día es precioso, soleado, un día otoñal pero con un aíre veraniego y una luz preciosa para la fotografía, lo que resta de camino tantas veces recorrido nos permite disfrutar del bosque, de la belleza del Monte de los Nevarinos, de las preciosas vistas sobre el Carria, el Pierzu, la Peña Salón o el Macizo Occidental de los Picos de Europa, también de las preciosas praderías de la Majada de les Bedules, las cabañas o al llegar de esa espectacularidad que siempre nos ofrece una montaña como el Tiatordos, auténtico totem de estas montañas ponguetas. Finalmente alcanzamos Les Bedules y allí junto al cartel que indica las diferentes rutas que podremos realizar desde este aparcamiento damos por finalizado este precioso recorrido por los corazones del bosque de Peloño. Entre nosotros, habrá más.


   Me quedo con un momento especial, cuando sales del bosque de hayas y entras en la verde praderería de la Vegadona y alzas la vista sobre el bosque y contemplas toda la masa forestal del Bosque de Peloño frente a ti, sabes que has llegado a un lugar diferente, único, especial y mágico, recorres la pradería hasta la cabañas y simplemente te quedas mirando, mirando como el viento mece a las hojas, como solo escuchas tu corazón que late, late a la vez que lo hace el bosque, porque estás en el corazón del bosque y allí en la Vegadona a mi mente se viene una canción que cantaron conjuntamente Roy Orbison, Bruce Springsteen, Tom Waits, Elvis Costello, Jackson Browne, T. Bone Burnett, K. D. Lang, Bonnie Raitt, J. D. Souther y Jennifer Warnes que se titula "Dream Baby (How Long Must I Dream)", lentamente los sueños se van haciendo realidad. Espero que os haya gustado la ruta y por supuesto también como no, la canción.



Ficha de la ruta

Lugar de salida: Les Bedules (Ponga-Asturias)
Lugar de llegada: Les Bedules
Tipo de ruta: Lineal
Recorrido:  Les Bedules - Biforcadera - Collado Granceno - Camino por el Monte los Bustiellos - El Rosellón - Arroyo de los Bustiellos - Pradería de Vegadona - La Vega - Pradería de Vegadona - Cuerria Les Oveyes - Cuenye Miraculos - Granceno - Biforcadera - Les Bedules. 
Km. recorridos: 19,54 km.
Desnivel acumulado: 602 metros
Tiempo total ruta:  07:15
Dificultad:  Media (caminos sin balizar ni marcados)
Track del gps: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=11411624

Comentarios

Paloma Robles Blanco ha dicho que…
Qué maravilla!Un recorrido lleno de magia por parajes muy hermosos.Un abrazo Carlos
VENTANA DE FOTO ha dicho que…
Hay un dicho muy extendido que dice "Nunca segundas partes fueron buenas" y que aparece en el Quijote. si ahora el autor del Quijote contemplara tus dos entradas no tendría más remedio que retirar la frase y< que ambas muestran la belleza absoluta de esos parajes.

Besos
Beatriz Martín ha dicho que…
Al leerte he disfrutado de su recorrido logrando queme detuviera en cada de sus arboles y cada de sus etapas de trasformación haciendo así el camino y el bosque mas hermoso, gracias por esta entrega que nos permite caminar contigo por este bosque y disfrutar de tus lindas fotos , besos desde mi brillo del mar
Sara ha dicho que…
Geniallllllllllllll, esos bosques energizantes...estos para ti mucho más, por estar en tu tierra amada, en tu trozito preferido del mundo.
Abrazotedecisivo
vicente ha dicho que…
Soy Mar, y me ha encantado muchísimo el recorrido, una auténtica belleza. Gracias por compartirlo Carlos y un fuerte abrazo