BUÇACO
Como describir esta maravilla, resulta complicado a veces hablar de lugares cuya belleza es difícil de plasmar tanto con palabras como con fotografías y es que el Parque Nacional de Buçaco (Mata do Buçaco) es un inmenso bosque lleno de belleza y además guarda en sus entrañas una de esas maravillas con las que nos deslumbra la arquitectura portuguesa: el Hotel Palace de Buçaco.
La historia de este Parque se remonta al año 1.628 cuando los carmelitas deciden levantar un edificio en este lugar, como quieren estar en completo aislamiento deciden cerrar el bosque con una enorme tapia y se dedicaron a cultivar todo tipo de plantas y árboles traídos por los exploradores portugueses de todas las partes del mundo. En las ciento cinco hectáreas del bosque podemos encontrar más de setecientas especies diferentes. En su aislamiento construyeron edificios y preciosos paseos que recorrían completamente el parque. Tristemente este lugar también tuvo un echo dramático cuando las tropas portuguesas y británicas se enfrentaron al invasor francés en el año 1.810. Veinticuatro años después el monasterio fue cerrado y en el año 1.943 fue declarado Monumento Nacional. Entre los lugares más importantes destacan la Fonte Fría, una impresionante cascada, con escaleras a ambos lados y rodeada de preciosas magnolias, con asientos para disfrutar del silencio y el hermoso sonido que desprende el agua al caer. También podemos encontrar el Vale Dos Fetos (valle de los helechos), con especies de helecho traídos de todo el mundo, pero especialmente destacan los arborescentes que te hacen pensar que puedes estar paseando por cualquier lugar tropical. Los caminos no están muy señalizados y algunos carteles se encuentras tirados en el suelo, pero es agradable perderse por cualquiera de los muchos caminos que encontraremos. No es de extrañar que algunos poetas portugueses calificaran a este lugar como "el altar de la naturaleza".
Y un lugar que nos sorprenderá y nos dejará boquiabiertos es el actual Hotel Palace de Buçaco, se encuentra situado en el centro del Parque Nacional, fue acabado en el año 1.907 y es de estilo neomanuelino. El Rey Carlos ordenó derribar parte del convento para construir un pabellón de caza, de las obras se encargó el arquitecto Luigi Manini, que finalmente acabó construyendo el edificio que se ven la actualidad. El Rey no vivió para ver completada esta obra y fue su hijo Manuel II quien lo visitó. Importantes artistas como el pintor Jorge Colaço dejaron su impronta en los azulejos que adornan su fachada. Sobre el lugar hay muchas leyendas algunas de las cuales dicen que muchos espías se alojaron en el hotel durante la II Guerra Mundial, también se atribuyen encuentros amorosos entre Manuel II y su amante la artista francesa Gaby Deslys. En 1996 fue declarado Edificio de Interés Público. Si cerramos los ojos parecerá que nos encontramos en un lugar de cuento de hadas, con un precioso castillo y un enorme bosque.
Comentarios
En una ocasión estuve a punto de hospedarme en el, pero finalmente nos quedamos en Braga y posteriormente en Porto.
Preciosas fotografías las que has logrado -como siempre-.
Un abrazo.
Ramón
Un abrazo.
Nonna, realmente fue así, en algunos lugares parecías estar en una selva tropical o en Nueva Zelanda y ese pedazo edificio, comprendo que te haya enamorado. Un enorme abrazo Wersi y buen fin de semana.
Raquel, espero que si algún día vas te guste tanto como a mí, es algo increíble simultanear la belleza natural con la preciosa arquitectura de ese impresionante edificio. Un abrazo y buen fin de semana.
Adorei as flores brancas no caminho... que paz...
Bom fim de semana.
Beijo carinhoso.
Este es de una impresionante belleza.
Besos.
http://ventanadefoto.blogspot.com.es/
Marek, el lugar es especialmente hermoso, me alegra que te guste. Un saludo.
Ventana de foto, este parece sacado de un cuento de hadas, hasta había un lago con cisnes. Un lugar maravilloso. Un fuerte abrazo.