EL PASEO
La mar hacía ya largo tiempo que había decidido retirar lentamente sus aguas de la lejanía de la tierra firme, el sol también fue languideciendo en aquella tarde tan poco invernal, ellos ajenos a ese vaivén que se traían la mar y el sol continuaban sus paseos a lo largo de la orilla mientras el invierno al irse el sol comenzó a recuperar su invernabilidad y la mar ajena seguía meciendo a los muchos pájaros que se alimentaban en su alejada orilla.
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Besos