GIULIETTA Y EL AMOR

 Pero, alto. ¿Qué luz alumbra esa ventana? Es el oriente, y Julieta, el sol.

La multitud se agolpa a la entrada, algunos escriben en las paredes de la casa, nombres, fechas, corazones, más nombres, más fechas algunas encerradas en corazones, sobre las paredes cabalga el amor de miles de parejas o de hombres o mujeres solitarios, sobre todas esas cabezas, ella, la razón por la que estamos aquí, Giulietta, rodeada de otra multitud de cabezas que cubren el espacio entre ella y yo, posada en el patio, debajo del balcón en el que se asoman aquellos afortunados que llegan hasta el, el balcón donde dicen trepaba Romeo... gente, bolígrafos, rotuladores, manos que escriben encima de lo que otras manos escribieron, nombres, más nombres, y ella imperturbable con su mirada de bronce observando la entrada, contemplando impasible como de uno en uno van subiéndose a su lado y sin ningún pudor posan su mano sobre su seno, el derecho, dicen que trae suerte en esto del amor.

Fotografías: Casa di Giulietta (Verona)