EL ZORRO Y MI SOL
"No pasa nada mientras estás sentado en casa. Siempre que puedo me gusta llevar una cámara conmigo a todos los lados. Así puedo disparar a lo que me interesa en el momento preciso."
Elliot Erwitt
Os desvelaré un pequeño secreto, el sol que calentó como pudo aquél frío día de otoño ya comenzaba a esconderse en el horizonte, sus últimos rayos se proyectaban sobre las laderas de una pequeña montaña y aquellos que fuimos quedando sumidos en las sombras comenzábamos a percibir como el frío avanzaba impasible acercándose más y más a nuestros huesos, los pocos y desacostumbrados mortales que aún nos encontrábamos pisando las negras arenas de aquella playa mirábamos al sol tratando de comprender porque había dejado las arenas de la playa cambiándolas por las altas hierbas de aquella pequeña montaña, envidiábamos a cuantos seres pudieran estar disfrutando aún de su calidez, quiso la casualidad que uno de aquellos seres fuese un zorro, pese a la distancia pude verlo disfrutar de aquellos rayos que habían sido míos y pese al tembleque causado por el frío, comprobé como abría su boca, cerraba sus ojos, bostezaba y se dejaba arrullar por aquel sol que justo unos minutos antes había provocado en mi esas mismas sensaciones.
Comentarios
Un abrazo
Preciosa entrada,Carlos.
Dos abrazos.
Besos
Mi abrazotedecisivo