EL PEINE DEL VIENTO
de como el viento comenzó a peinar el subsuelo de aquel bosque...
... cuentan que quien por allí pasaba bajaba prendado de su belleza, hablaba sin parar de las alegres y fantasiosas formas de las hayas, de las formas rocambolescas de sus ramas, del intenso verde del musgo, de la espectacularidad de los muchos líquenes que se encontraban en los árboles, de los cientos de arroyos que descabalgaban ladera abajo, hablaban sin parar de animales que lo recorrían: ciervos, gamos, rebecos, lobos y zorros; descendían hablando de enormes piedras teñidas de verde y contaban una y otra vez a quien les escuchaba que en ese bosque se oían alegres melodías que entonaban los pájaros que en el vivían; y así vivía el bosque y los que en el vivían hasta que sucedió que una gélida noche de frío invierno el suelo de aquel bosque se cubrió de hielo, cuentan que quedó tan blanco y resbaladizo que nadie podía caminar por él, todo era en blanco y los hombres comenzaron a evitar el camino que pasaba por el bosque, alarmados y asustados, hayas, musgos, líquenes, arroyos, ciervos, gamos, rebecos, lobos, zorros, piedras y pájaros suplicaban para que el hielo se fuera y de nuevo volvieran los hombres para seguir admirando su belleza, pero el hielo los escuchó y una noche que el viento recorrió el bosque habló con él y le dijo: tienes que crear para mi algo tan bello que cuando los hombres suban al bosque solo me miren a mi, el viento escuchó lo que el hielo le dijo y le contestó, esta noche duerme y al amanecer serás lo más bello que nadie ha visto jamás, y así fue aquella noche el viento recorrió el bosque con una intensidad que nadie recordaba; hayas, musgos, líquenes, arroyos, ciervos, gamos, rebecos, lobos, zorros, piedras y pájaros suplicaban para que el viento los dejase y este sin escucharlos continúo azotando el bosque durante toda la noche, al día siguiente el bosque amaneció sin hielo y los primeros hombres volvieron a subir por sus caminos, al llegar se mostraron sorprendidos de encontrar en el suelo lo más hermoso que nunca habían visto, bajaron y subieron con muchos más hombres y todos se quedaron admirados de la belleza de aquellos delgados filamentos de hielo que cubrían las ramas del subsuelo de aquel hermoso bosque que una noche gélida de invierno peinó el viento...
Comentarios
Carlos, dejé el trigo y el azúcar hace un año... Si Ñoco se empeña en seguir haciendo pan y tú bizcochos vais a hacer tambalearse mi fe en la paleodieta. Un poquito de caridad ;)
Besos
Jjejeje
Un abrazo!!!
Besos
Moni Revuelta, si alguien se lo pierde, más para los demás... así que vamos a ponernos morados con tanta para nosotros, jajaja. Vega dice que no tiene remedio, así que... Un abrazo Moni.
Ventana de foto, me alegro que te haya gustado, me la susurró el hielo mientras contemplaba su belleza. Un beso.
Paloma Robles, se que es de corazón y cuando es de ahí sobran todas las palabras. Gracias a ti mi querida amiga. Un enorme abrazo.
Un abrazo grande