LUGARES A LOS QUE VUELVO, REVUELVO Y NO ME CANSO DE REVOLVER
El tiempo pasa y ya van hacer casi seis años desde que escribí en este blog sobre una preciosa villa de la provincia de Valladolid que se llama Urueña, recuerdo la primera vez que la casualidad me hizo parar en este precioso lugar un día lluvioso de septiembre en el que el agua se precipitaba por sus calles y tejados y apenas te dejaba asomar la cabeza más allá, no era mucho el tiempo que tenía para estar y presentí que más allá del agua, de los preciosos tejados, de los canalones y de esas murallas y lago que veía desde el autobús había mucho para disfrutar y así fue en esa segunda ocasión en la que plasmé en este blog un pequeño artículo sobre la villa de Urueña (Ver), entonces si, la vi, la disfrute y la recorrí como se deben de recorrer las cosas que te gustan, de abajo a arriba y precipitándome por todas sus calles, casas, rincones, murallas... así fue aquella segunda vez. Y como me gusta volver a disfrutar de lo que me gusta, regresé y presiento que a esta villa del Libro lo haré más y revolví por sus calles, rebuscando en ellas y percibí más cosas, esas pequeñas cosas que pasan desapercibidas para quien va por primera vez y se siente admirado de sus murallas, sus casas, su iglesia... yo también pero al volver, revolví y no me cansaré de seguir revolviendo en esta villa de Urueña.
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Besos
Saludos.